¿Sabes si su comida es equilibrada? ¡COMPRUÉBALO!

Como ya hemos visto, actualmente los niños combinan factores idóneos para fomentar en ellos la obesidad: una alimentación inadecuada en cantidad y tipo de alimentos, unido a la tendencia de hacer cada vez menos ejercicio físico, dándoles mas tiempo a las actividades sedentarias. 
El resultado de esta combinación de factores es que en tan solo 15 años se ha duplicado el numero de niños y niñas obesos en nuestro país  y lo mas preocupante es que la tendencia a aumentar de peso es ascendente.
La parte positiva de todo esto es que tanto el estilo de vida como los hábitos alimenticios se pueden cambiar con una educación acertada, este es nuestro propósito, centrémonos pues  en la dieta de nuestro hijos. En las entradas anteriores ya hemos dado bastante informacion respecto a ambos factores, ahora bien, debemos de saber que todo almuerzo es aconsejable que esté compuesto de un primer plato, un segundo plato, y postre.

• Primer plato: Arroz, pasta, legumbres, ensalada, verduras y patatas; estos son alimentos energéticos  ricos en hidratos de carbono. Si combinas legumbre y cereales lo conviertes en un segundo plato muy nutritivo, el cual puede sustituir perfectamente alguna de las raciones semanales de carne, pescado o huevo.
• Segundo plato: carnes, pescados, y derivados o huevo; una cantidad moderada de estos alimentos aporta parte de proteínas, hierro y otros nutrientes que el niño necesita. acompáñalos siempre de guarnición vegetal, ensalada, verdura, legumbres o patatas, y no siempre fritas.
• Postre: fruta fresca o un lácteo sencillo como un yogur.

La cena os puede servir a toda la familia para regular la dieta teniendo en cuenta los alimentos que habéis tomado durante el resto del día, debemos procurar que la cena sea mas ligera que el almuerzo, como ensaladas, verduras, purés  sopas y como alimento complemento pescado, carne o huevo, según lo que se haya comido al medio día, ayuda a dormir mejor y a descansar más. 
Es destacable tener también conocimiento de lo que nuestro hijos comen en el colegio, de los menús escolares, así podremos completar la dieta de manera optima con el resto de comidas que hacemos en casa.
Las cantidades de comidas deben de ser proporcionales a la edad del niño, no es aconsejable obligarlos a comer, pues si están satisfechos, lo que lograremos es que el niño coma sin ganas, pasando por una situación incomoda que puede repercutir a las posteriores comidas, de manera que este no quiera ingerir aquellos alimentos que se les han forzado a comer.